Su misión
Hasta ahora no se había mencionado la interferencia mutua entre sensores de radar para automoción como un problema importante, dado que solo un número limitado de automóviles está equipado con sistemas de radar. Sin embargo, con el uso cada vez más habitual de los ADAS en automóviles de pequeño tamaño, así como en los de gama media y gama alta, ha aumentado también la presencia de los sensores de radar en las carreteras. Por si fuera poco, el número de sistemas basados en radar por automóvil es cada vez mayor, lo que conlleva un mayor número de sensores. Por ejemplo, los sistemas anticolisión necesitan entre cuatro y seis sensores de radar de corto alcance. Si el sensor de radar recibe señales interferentes adicionales al eco del objeto, se producirán varios problemas. Debido a las interferencias, a menudo aumenta el nivel de ruido propio. Esto provoca un descenso de la probabilidad de detección de objetos que producen ecos de baja amplitud, p. ej., peatones. De este modo, queda patente la importancia de comprobar la eficacia de la tecnología de mitigación de interferentes del sensor de radar para automoción.
Debido a su relevancia para la seguridad, la resistencia de los sensores de radar para automoción frente a interferencias también ha pasado a ser el foco de atención de las autoridades de normalización. Con la Directiva de Equipos Radioeléctricos (RED) y los estándares aplicables relacionados, como el ETSI EN 303396 y el ETSI EN 303091-1/2, un estándar obligatorio se convirtió en ley en Europa. Esta directiva exige comprobar la eficacia de la tecnología de mitigación de interferencias del sensor de radar.
Esto pone de manifiesto el hecho de que la inmunidad de los sensores de radar para automoción frente a interferencias es uno de los indicadores de rendimiento clave del sensor de radar, además de una condición previa para proporcionar ADAS que ofrezcan una elevada seguridad en la carretera.