Optimizar el consumo energético de las redes de acceso radioeléctrico
Eficiencia energética en las redes móviles
Optimizar los costes y cumplir los objetivos de cero emisiones netas son dos factores clave que hacen que la eficiencia energética sea una prioridad estratégica para los operadores de redes de comunicaciones móviles. En una encuesta realizada en 2023 por GSMA Intelligence, los operadores citaban la sostenibilidad como el área más importante de la transformación de las redes.
En promedio, el consumo de energía constituye entre el 20 y el 40 % de los gastos de explotación de los operadores de redes móviles, a pesar de las continuas mejoras en materia de eficiencia. Optimizar los costes es una necesidad urgente ante el escaso aumento de los ingresos en el sector de las telecomunicaciones, especialmente ante la continua presión derivada de los nuevos componentes para 5G en los gastos de capital de la red. Una reducción de entre el 5 y el 10 % en los gastos energéticos de explotación supondría una mejora del flujo de caja del orden de 2 a 3 puntos porcentuales, incluso sin cambios en el crecimiento de los ingresos. La sostenibilidad tiene también una alta prioridad para los consumidores: del 30 al 60 % de los clientes del sector de las telecomunicaciones afirman que estarían dispuestos a pagar más por tarifas móviles con huella de carbono cero.
En la red de acceso radioeléctrico (RAN) es donde recae la mayor parte de la energía que consume un sistema típico de telecomunicaciones móviles, y las unidades de radio (O-RU) son el factor que más repercute en el consumo total de energía. El gasto energético de la RAN incluye el consumo de las BTS, nodos B, eNodeB y gNodeB, así como la energía necesaria para la infraestructura asociada, como la climatización, inversores y rectificadores. Asimismo, incluye también la energía que consumen los repetidores y todo el consumo energético derivado del transporte por la red de retorno.