Su misión
Las baterías de los automóviles necesitan desconectarse y conectarse repetidamente, por ejemplo, durante el mantenimiento o la reparación de estos. Esto supone el riesgo de conectar la batería con la polaridad inversa, lo que puede dañar tanto los componentes como los circuitos conectados. Por ende, como parte de la prueba de calificación, todo circuito electrónico debe superar una prueba de voltaje inverso. Un módulo electrónico como una unidad de control de motor (ECU) o una unidad de control de luces debe conectarse a un voltaje negativo por un periodo de tiempo de al menos 60 segundos. Tras la prueba, el módulo no debe mostrar ningún daño a causa del voltaje inverso aplicado. La prueba requiere de una fuente de poder que pueda operar en los cuadrantes I y III para suministrar energía al módulo electrónico, así como aplicar un voltaje y corriente negativos. Además, es necesario un criterio adecuado de superado/no superado para validar el módulo electrónico.
Un buen enfoque consiste en medir con precisión, tanto el voltaje como la corriente de alimentación para determinar si el circuito electrónico sigue sin daños tras retirar el voltaje negativo. Medir tanto el voltaje como la corriente con gran precisión, antes, durante, después de las pruebas es una manera muy sencilla de detectar un mal funcionamiento o daño en un circuito electrónico. No es necesario realizar pruebas funcionales complejas del módulo electrónico. Además, la aplicación debe se capaz de realizar pruebas automatizadas especialmente cuando se la utiliza en entornos de producción.